Hace pocos días, tuve la gran oportunidad de pasar unos días en un hotel de la Zona Hotelera, en la ciudad de Cancún, la visita era por cuestiones de trabajo.

El trato que recibí en el Hotel, impecable, siempre te reciben con una sonrisa, te saludan con respeto, algunos incluso me decían “Buenas tardes Señor”, en fin te hacen sentir de buenas y bien atendido.

 

Se menciona mucho que los mexicanos tenemos esa peculiaridad de tratar a los visitantes con mucha calidez y amabilidad, que es una característica natural de nosotros, pero sobre todo se menciona, y lo dice el Gobernador del Estado de Quintana Roo, que en este Estado, la gente es tan amable que somos el destino turístico mexicano número uno del mundo.

 

¿Pero es acaso cierto que es algo intrínseco de los mexicanos, y más de los quintanarroenses?

Estuve en la ciudad de Chetumal, (para aquellos que reprobaron geografía, la capital de Quintana Roo), fui a un restaurante pequeño, y ¿cuál fue el trato? No es difícil de adivinar.

 

Es impresionante, porque en verdad te impresiona, las diferencias tan notables en el trato, pero no es un caso aislado, vas a una dependencia pública, vas a un supermercado y el rostro de quien te atiende es en verdad deleznable. Viví en Quintana Roo 18 años antes de mudarme a Guanajuato, regresé hace 3 meses, y sigo sintiendo lo mismo, lamentablemente la gente de Quintana Roo no es amable, y generalizo, la gran mayoría no lo es, lo que sucede en la industria turística, es la excepción.

 

Las personas no son amables por naturaleza, se les obliga a ser amables, la necesidad laboral los pone en esa situación, la máxima perdura “El cliente tiene la razón”.

 

Hay lugares en el país en el que en realidad son amables, me han dicho que en Michoacán, habrá que comprobarlo. Lo admito, comparado con muchos países, tenemos una amabilidad exquisita, pero llegué a conocer a un español decía que los mexicanos éramos unos “amables hipócritas”. Me lo ponía muy claro, los españoles son fríos porque poco a poco se va ganando la confianza, y cuando te dicen algo es real, en cambio, un mexicano puede parecer amable en una primera impresión, pero mucho de lo que dice no tiene intención de ser. Cosas como “mañana te llamo”, “tenemos que vernos”, que suelen sonar como un verdadero interés, cuando en verdad no lo es, ni te llamamos al día siguiente, ni nos interesa encontrarnos de nuevo. ¿Será cierto?

 

Regresando al área laboral, es triste que una persona un día te atienda de la peor forma en un trabajo y se transforman en otro al mes siguiente. Es cierto algunas empresas venden eso, su atención al cliente, ¿no debería ser en todas las instituciones y todas las empresas? Y ¿no debería ser natural que te atiendan bien, en cualquier lado, si los mexicanos son amables por naturaleza?

 

Los profesionistas en capital humano, al parecer no tenemos otra opción que obligar a la gente a ser 110% amables, lo quieran o no, ¿qué otra cosa podemos hacer? ¿Cómo logramos crear una cultura de amabilidad, natural, en los miembros de la empresa?